Un 2-0 inapelable que deja a la selección de Martín Lasarte a la espera de un verdadero milagro para alcanzar un cupo a Qatar 2022.
La misión era clara, rescatar al menos 7 de los 9 puntos en disputa en estas tres fechas clasificatorias rumbo a Qatar 2022, pero todo se desvaneció en el primer encuentro frente a nuestros vecinos, quienes de manera inapelable vencieron por 2-0 a la Roja, en el Estadio Nacional de Lima y alejando aún más la opción de clasificar.
Por parte de la selección nacional nada, no hay fútbol, no hay trabajo táctico y mucho menos una reacción frente a un marcador adverso, lo que hace pensar que, si bien matemáticamente aún estamos en carrera, es el momento de decir adiós al sueño mundialista. Duro pero real.
Si bien los primeros 25 minutos del encuentro fueron parejos, al llegar el tanto peruano todo se desmoronó, comenzaron las confusiones y los errores no forzados, la impotencia de un equipo que aún tiene nombres rimbombásticos, pero que cada vez hacen menos daño y a evidenciarse los problemas de funcionamiento, especialmente por responsabilidad de Martín Lasarte, quien insiste con jugadores que para ojos de todo un país, ya no dieron el ancho con la roja puesta.
Perú sin dar ninguna exhibición de fútbol, logró hacerse del dominio total del encuentro y a jugar con la desesperación de Chile, quienes a los 64’ lograron abrochar el partido y desatar la algarabía de la parcialidad peruana que alentó durante todo el partido a su selección y que saben la importancia de estos 3 puntos, en su misión por remontar el mal inicio que tuvieron en las clasificatorios y quedar con 11 puntos y con grandes expectativas de seguir escalando en la tabla de posiciones.
Al finalizar el encuentro, nadie quería dar la cara frente a las cámaras y lo más vergonzoso fue que un aguerrido Joaquín Montecinos, quien fue citado de emergencia y que peleó cada pelota durante los 25 minutos que estuvo en cancha, salió a dar las declaraciones por parte de los jugadores en la conferencia de prensa, junto a un Martín Lasarte, que se excusó y declaró que aún el sueño mundialista prevalece, cosa que solo mirando la tabla de posiciones no es así, ni futbolística ni espiritualmente, ya que lo que uno aprecia en cancha es un montón de jugadores que saben que esta batalla ya está perdida.