La ciudad estado posee una de las leyes antidrogas más estrictas del mundo.
Por Sebastián Muñoz Soriano
Este viernes la justicia de Singapur ahorcó a Saridewi Binte Djamani, una mujer de 45 años que fue condenada a pena de muerte por el tráfico de drogas. De acuerdo a un comunicado de la Oficina Central de Narcóticos, el delito fue por traficar “no menos de 30,72 gramos” de heroína, que correspondería a más del doble de lo que establece el marco legal de la ciudad estado. La ejecución de Djamani corresponde al de la primera mujer en 20 años y la cuarta condenada por delito de tráfico de droga hasta la fecha.
Respecto del juicio que se realizó en 2018, en la misiva se indicó que “recibió un juicio completamente ajustado a la ley y estuvo representada por un abogado durante todo el proceso”, agregando que “recurrió su condena y su sentencia, y la Corte de Apelaciones desestimó el recurso el 6 de octubre de 2022”. Aplicó para ser indultada por el presidente, pero su solicitud fue rechazada.
La ley antidrogas de Singapur es una de las más estrictas que se aplican en el mundo, junto con la China, Irán y Arabia Saudita, que son los únicos países con registros de ejecución de reos por tráfico de drogas en el último periodo.
En lo que va del año 2023, ya son 15 las personas que fueron ejecutadas y, según informó El Debate, las autoridades de Singapur defienden que la pena capital ha contribuido a convertir esta ciudad-Estado en uno de los países más seguros de Asia; Sanción que se retomó en 2022 tras el confinamiento obligado del COVID-19.