El salvadoreño replicó la entrevista que realizó el presidente Gabriel Boric, en la que acusó que “gracias a Dios los chilenos son más que su presidente”.
Por Sebastián Muñoz Soriano
Durante la tarde de este miércoles, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, acusó a su par Gabriel Boric de tener “poco sentido común” por las medidas implementadas en el país centroamericano para frenar la delincuencia, el narcotráfico y la sensación de inseguridad que enfrenta el país. Esto, tras la entrevista que brindó el mandatario nacional a la BBC, por la que fue consultado sobre su posición respecto a la lucha contra las pandillas.
Fue por eso que Bukele, mediante su cuenta de Twitter, contestó la entrevista y señaló que su gobierno “puede hacer dos cosas a la vez”, ya que “una buena estrategia de seguridad incluye la prevención y la represión directa del delito”. Además, agregó que “qué difícil ha de ser liderar un país, teniendo tan poco sentido común” y terminó con “gracias a Dios los chilenos son más que su presidente”.
La entrevista a Gabriel Boric
El pasado viernes 21 de julio, la periodista de la BBC, Fernanda Paul (@fdapaul) entrevistó al presidente de la República, Gabriel Boric, conversación en la que se le consultó por las medidas de Nayib Bukele. La pregunta: ¿Cómo ve la estrategia de Nayib Bukele en su lucha contra las pandillas en El Salvador y la enorme popularidad que esto le ha traído?
“Es cierto que alguien puede ser muy popular en un momento dado, y más allá del caso de Bukele, yo por lo menos tengo la convicción de que para enfrentar la delincuencia tenemos que, por un lado, ser duros en la persecución del delito, y decir que hay cosas que en nuestro país no son tolerables; y por otro, entender cuáles son los motivos profundos que generan que el narcotráfico tenga espacio donde avanzar”, señaló la autoridad nacional.
Asimismo, declaró que “hay jóvenes a los que les resulta más atractivo ser un soldado narco que ir al colegio. Y cuando nos hacemos esa pregunta, no podemos pensarlo solo desde la perspectiva de la represión, sino también cómo fortalecemos los lazos con las escuelas, cómo generamos mayor asociatividad en los barrios, cómo el Estado se hace presente con sus servicios a través de las diferentes instituciones”.
Además, “me parece que es una política que tiene varias dimensiones. Cuando solo se enfoca desde la cuña de quién es el más duro o categórico, o las medidas más extremas para combatir la delincuencia, al final no estamos solucionando el tema de fondo y es pan para hoy y hambre para mañana”, finalizó.