En Chile, el impuesto territorial, conocido como contribuciones, se ha convertido en una carga creciente para muchos propietarios, especialmente para los adultos mayores. El proceso de reavalúo de bienes raíces, que se realiza cada cuatro años, ha llevado a aumentos significativos en las contribuciones, afectando la estabilidad financiera de quienes viven de pensiones modestas.
El próximo reavalúo está programado para enero de 2026, y las proyecciones indican que las contribuciones podrían incrementarse aún más. Este patrón de aumentos periódicos ha generado preocupación entre los adultos mayores, muchos de los cuales enfrentan dificultades para mantener sus hogares debido a los altos costos asociados.
Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), el beneficio de rebaja de contribuciones para adultos mayores se aplica a aquellos con ingresos anuales iguales o inferiores a 13,5 UTA, otorgando una exención del 100%. Sin embargo, este beneficio no alcanza a todos los afectados, y muchos adultos mayores con ingresos ligeramente superiores quedan excluidos, enfrentando contribuciones que superan sus capacidades financieras.
Para abordar esta situación, es fundamental considerar las siguientes medidas urgentes:
- Exención total de contribuciones para adultos mayores: Establecer una exención del 100% en las contribuciones para la vivienda principal de todas las personas de 65 años o más, independientemente de sus ingresos, asegurando que puedan mantener sus hogares sin cargas fiscales excesivas.
- Congelamiento de reavalúos por una década: Suspender los procesos de reavalúo de bienes raíces durante diez años, hasta que se establezca un sistema transparente y equitativo que garantice re avalúos justos, razonables y predecibles para todos los propietarios.
- Defensa legal gratuita para contribuyentes: Implementar un mecanismo legal que proporcione defensa automática y sin costo para los contribuyentes ante los tribunales tributarios, en casos de errores, abusos o sobrecargos indebidos en las contribuciones.
Estas medidas buscan proteger a nuestros adultos mayores, asegurando que puedan vivir con dignidad y seguridad en sus hogares. Es responsabilidad del Estado y de la sociedad en su conjunto garantizar que los impuestos no se conviertan en una amenaza para la estabilidad y el bienestar de nuestros ciudadanos más vulnerables.
Es hora de actuar con decisión y empatía, reformando el sistema de contribuciones para que sea justo, transparente y sostenible, priorizando siempre el bienestar de las personas por sobre las cifras fiscales.