La Selección Chilena se impuso 3-0 a Cuba en el amistoso que se disputó en Concepción y donde quedó de manifiesto que el rival está lejos de la elite del fútbol mundial, y más bien sirvió para ganar en rodaje, confianza y ver algunos jugadores que pueden sumarse a la base de la Roja de cara a las clasificatorias.
La primera interrogante para enfrentar a Cuba estaba dada en la formación que usaría Eduardo Berizzo. Misma que se disipó una hora antes del encuentro que se disputó en el Ester Roa de Concepción. Cristóbal Campos, Matías Zaldivia y Javier Altamirano emergieron como las primeras novedades. Además de la ratificación de Nayel Mehssatou. Y con Alexander Aravena y Marcos Bolados como los hombres que estaban llamados a ser el arma de gol de la Selección Chilena.
Independiente que sean partidos preparatorios, y que en el fútbol se use la manoseada frase que las distancias se han acortado, cuando en el papel hay un adversario de tan poco historial futbolístico pasa de inmediato a existir una exigencia: lograr un triunfo claro. Y también una línea de juego definida.
Desde el inicio se vio a la Roja presionando, copando todos los sectores. El premio llegó rápido, si bien antes de los diez en una combinación de Mehssatou con Marcos Bolados, el delantero de Colo-Colo estuvo cerca de anotar, lo que aconteció a los 12’ con una jugada armada desde la izquierda tras un tiro de esquina que Marcelino Núñez cedió a Víctor Dávila y este devolvió al ex Universidad Católica que remató cruzado y dejó sin chance al portero Sandy Sánchez, para el 1-0.
Chile siguió atacando y nuevamente con un balón detenido, ejecutado por el propio Marcelino Núñez, se llegó a las redes gracias a un cabezazo de Rodrigo Echeverría. El 2-0 mostraba lo que pasaba en cancha con el amplio dominio de la Selección, y un rival que oponía poca resistencia. Y no se paraba de atacar. El combinado nacional abría el campo de juego por las bandas, también se buscaba profundidad con pases filtrados. Que tenía a Cuba con casi nada en terreno adversario, y sólo algunas incursiones que no revistieron peligro para Cristóbal Campos.
Cuba sufrió el infortunio además de una severa lesión de Gabriel Palma que debió ser trasladado a un centro asistencial, y en el inicio del segundo tiempo lo reemplazo Neisser Sandó.
El ingreso de Juan Delgado le dio aún más volumen a Chile por la derecha, y en una triangulación junto a Víctor Dávila la terminó por dejar al fondo del arco Marcelino Núñez para el 3-0 a los 24’.
Con posterioridad la avalancha de cambios hizo aún más difícil el partido para los cubanos. Ben Brereton a los pocos minutos de ingresar estrelló un tiro en el poste. Y los tubos negaron nuevamente el 4-0 a Marcos Bolados. Y así sucedió con cada carga que generaba peligro e inestabilidad en los caribeños. Como ocurrió hasta el cierre del partido.
Este 3-0 claramente pudo ser mucho más expresivo ante un seleccionado que casi no ofreció oposición al rival y que dejó en evidencia que el lugar 165 del ranking Fifa habla de un equipo con el que el triunfo puede servir esencialmente para ganar en confianza y ver jugadores, porque es una vara muy baja en comparación a los equipos que se enfrentará en las clasificatorias. Aunque siendo justos y mirando los últimos años de la roja, ganar siempre será bueno, para un equipo que le ha costado en demasía festejar.
