El Ejército israelí afirma que el objetivo del bombardeo era un miembro de la Yihad Islámica, mientras que autoridades gazatíes y organismos internacionales lo acusan de cometer un crimen de guerra.
Un ataque aéreo israelí contra el Hospital Bautista (Al Ahli), en la ciudad de Gaza, dejó un saldo de cuatro periodistas muertos y un quinto gravemente herido. El hecho ha generado una fuerte condena internacional, especialmente por el impacto en la prensa y la aparente violación al derecho internacional humanitario.
Israel justificó el bombardeo asegurando que se trató de una operación dirigida contra un combatiente de la Yihad Islámica que, según dijeron, operaba desde un centro de mando ubicado en el patio del hospital. Afirmaron también que se usaron municiones de precisión y que se tomaron medidas para reducir el daño colateral.
Sin embargo, autoridades locales señalaron que el ataque forma parte de una campaña sistemática contra la prensa y la población civil. Denunciaron el uso desproporcionado de la fuerza y acusaron a Israel de utilizar justificaciones infundadas para atacar infraestructura médica y silenciar voces críticas.
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí en Gaza en octubre de 2023, se ha reportado la muerte de más de 220 trabajadores de medios en el enclave, lo que ha convertido a la región en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
Diversas organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la creciente violencia contra civiles y profesionales de la información, exigiendo una investigación independiente sobre lo ocurrido y mayores garantías de protección para la prensa en zonas de conflicto.