Mientras la familia y cercanos lloran la partida del pequeño Vicente, los causantes del accidente quedaron en prisión preventiva.
Una mañana que prometía ser como cualquier otra en la comuna de Recoleta, se tornó en tragedia el pasado lunes, cuando un accidente fatal sacudió a la comunidad y dejó un vacío irremediable en el corazón de una familia. Un niño de 12 años, lleno de sueños y esperanzas, perdió la vida en un fatídico choque que involucró al furgón escolar en el que viajaba.
Todo comenzó con el robo de un celular, un hecho delictivo que se repite con preocupante frecuencia, sin embargo, esta vez, la huida desesperada de los delincuentes a bordo de un automóvil robado derivó en un desastre mayor cuando en la intersección de Santos Dumont con Humorista Carlos Helo, sector Patronato, los delincuentes, de 28 y 31 años, huían a alta velocidad provocando el choque con el furgón escolar. El impacto frontal no solo cobró la vida del pequeño, sino que dejó heridas a otros cinco escolares y a dos adultos, quienes aún luchan por recuperarse tanto física como emocionalmente.
Los dos hombres responsables de este acto temerario ahora enfrentan la justicia. El Tercer Juzgado de Garantía de Santiago decretó prisión preventiva para ambos, formalizándolos por homicidio consumado con dolo eventual, lesiones de diversa gravedad, y robo con sorpresa.
El eco de la tragedia resonó más allá de las fronteras de Recoleta, encendiendo el debate sobre la reincidencia delictual y la eficacia de las medidas cautelares en Chile. Familiares y vecinos cuestionan cómo es posible que individuos con antecedentes previos estuvieran en libertad, expresando su frustración y dolor al señalar que “si hubiesen estado presos, no hubiese pasado lo que pasó”.
El hecho es mas grave cuando previo al fatal accidente, un adulto civil persiguió a los delincuentes tras presenciar el robo y, haciéndose pasar por funcionario de Carabineros se unió a la persecución que terminó en la desgracia. Este civil también fue detenido, imputado por usurpación de funciones, ya que no pertenecía a la policía pero intervino activamente en el seguimiento.
Sobre los funerales del pequeño Esteban, los actos de despedida han continuado durante estas jornadas, recibiendo la visita de más de cientos de personas, entre familiares, amigos, compañeros de colegio y vecinos. El velorio se realiza en la casa de la familia.
Mientras tanto, las autoridades enfrentan una creciente presión para reforzar la fiscalización y mejorar las medidas de seguridad.