El gerente general de GesNova Salud se refirió a la situación actual de las denuncias sobre la eliminación de pacientes de las listas de espera.
La interoperabilidad entre los sistemas de información de salud se ha convertido en un elemento clave para resolver algunas de las más serias deficiencias que afectan al sistema, como ha quedado demostrado con las recientes irregularidades en el manejo de listas de espera en varios hospitales de Chile. Estos incidentes han puesto en evidencia la necesidad urgente de mejorar la gestión de datos para asegurar la transparencia y la eficiencia en la atención de los pacientes.
En el cuarto HIMSS Chile Executive Summit, la ministra de Salud, Ximena Aguilera destacó la implementación de un plan piloto en tres Servicios de Salud del país, abarcando más de 10.800 interconsultas en el sistema público (Biobío, Talcahuano y Metropolitano Occidente). Esta iniciativa busca mejorar el flujo de datos entre la atención primaria y los hospitales, una medida clave para optimizar la atención y reducir los errores derivados de sistemas fragmentados y descoordinados. Estas experiencias las conozco muy de cerca ya que en dos de estos pilotos, especialmente en el Servicio Metropolitano Occidente, hemos podido generar la integración y la interoperabilidad de nuestros partners (Rayen Salud e InterSystems) en APS y Hospitales.
Casos recientes de manipulación de listas de espera en diferentes hospitales han expuesto la fragilidad del sistema actual, donde la falta de integración y la desactualización de datos permiten que estos errores se acumulen. En situaciones donde los pacientes esperan atención urgente, la ineficiencia y falta de transparencia generan frustración y también pueden poner en riesgo la vida de miles de personas. La interoperabilidad, en este sentido, es una herramienta fundamental para combatir estos problemas, asegurando que la información sea precisa, fluya sin interrupciones y esté disponible en tiempo real para los tomadores de decisiones y los profesionales de la salud.
El Ministerio de Salud, a través del Departamento de Tecnologías de Información y Comunicaciones, ha puesto en marcha un ambicioso plan para lograr que los 29 Servicios de Salud del país sean interoperables para fines del próximo año, una meta ambiciosa pero factible. La pandemia nos demostró la importancia de los datos y su tributación, lo viví en carne propia como director del Servicio de Salud Iquique, donde participamos activamente en interoperar los datos entre los servicios de toma de muestra y el Minsal.
Lograr que los Servicios de Salud en Chile sean interoperables en un año es un objetivo crucial para evitar que situaciones como las irregularidades en las listas de espera sigan ocurriendo. Un sistema interoperable permitirá un monitoreo continuo y una auditoría eficiente de los datos, lo que ayudará a cumplir con las normativas vigentes y a detectar irregularidades de manera oportuna.
¿Por qué interoperar en Salud?
La interoperabilidad es esencial por varias razones. En primer lugar, mejora la eficiencia operativa al reducir la duplicidad de datos y permite automatizar procesos, lo que se traduce en una atención más rápida y precisa. También facilita la toma de decisiones con acceso a información integrada y en tiempo real, lo que es crucial para una atención oportuna, especialmente en situaciones de emergencia.
Un sistema de salud interoperable no solo beneficiará a los profesionales, sino también a los pacientes. Con un acceso inmediato a los historiales médicos y a la información necesaria, los tiempos de espera se reducirán, lo que mejorará la calidad y rapidez de la atención. Esto se vuelve especialmente relevante en un contexto donde las listas de espera han generado una crisis en la atención hospitalaria, debido a la incapacidad de muchos centros de salud para manejar el volumen de pacientes de manera eficiente.
Además de mejorar el servicio al paciente, la interoperabilidad permite una mayor seguridad y cumplimiento normativo. Los sistemas integrados facilitan la auditoría de los procesos y aseguran la protección de los datos, algo que es esencial en un entorno donde el manejo de información confidencial y sensible es una prioridad. Asimismo, la interoperabilidad fomenta la innovación, permitiendo la integración de nuevas tecnologías y aumentando la capacidad de adaptación del sistema de salud a futuras necesidades y desafíos.
Por último, la interoperabilidad contribuye a la reducción de costos, al optimizar el uso de recursos y disminuir la inversión en infraestructura. La capacidad de escalar y adaptarse a nuevas tecnologías sin comprometer la calidad de la atención es uno de los beneficios clave de un sistema de salud conectado.
Los beneficios de modernizar e integrar los sistemas de información son claros. En un contexto donde las irregularidades y la falta de transparencia en la gestión de datos han afectado la confianza pública, es fundamental avanzar hacia un sistema más eficiente y equitativo. La interoperabilidad no solo es una solución tecnológica, sino también una estrategia esencial para asegurar un sistema de salud que esté verdaderamente al servicio de los pacientes, garantizando el acceso a una atención de calidad y oportuna.