Editorial
El reciente crecimiento del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de marzo de 2025, que alcanzó un 3,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, ha superado las expectativas del mercado y ofrece señales alentadoras sobre la recuperación económica del país . Este repunte sugiere una reactivación en sectores clave y podría indicar un impulso positivo para el resto del año.
Sin embargo, a pesar de este dato positivo, las proyecciones de crecimiento para 2025 se mantienen moderadas. La Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de Chile prevé una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente 2% para este año, una cifra que, aunque positiva, refleja una recuperación aún frágil .
La inflación continúa siendo una preocupación. Se espera que la tasa de inflación anual se ubique alrededor del 5% durante el primer semestre de 2025, con una proyección de convergencia hacia el 3% a inicios de 2026 . Este escenario inflacionario podría afectar el poder adquisitivo de los hogares y la planificación financiera de las empresas.
Además, factores externos como la incertidumbre global, las tensiones comerciales y las fluctuaciones en los precios de las materias primas podrían influir en el desempeño económico de Chile. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha recortado su estimación de crecimiento del PIB regional para 2025 a un 2,0%, destacando los efectos negativos de las medidas arancelarias y la volatilidad en los mercados financieros .
En este contexto, es fundamental que las políticas públicas se orienten hacia la estabilidad macroeconómica, la promoción de la inversión y la mejora de la productividad. La implementación de reformas estructurales y la consolidación fiscal serán clave para fortalecer la confianza de los inversionistas y fomentar un crecimiento económico sostenible.
En conclusión, aunque existen señales positivas en la economía chilena, como el reciente crecimiento del Imacec, persisten desafíos significativos que requieren atención y acción coordinada por parte de las autoridades y el sector privado para asegurar una recuperación sólida y duradera.