La determinación del Presidente Gabriel Boric de inaugurar oficialmente las Fiestas Patrias 2025 en la Pampilla de Coquimbo, relegando a un segundo plano la tradicional apertura de las fondas del Parque O’Higgins, generó incomodidad en la Municipalidad de Santiago, encabezada por el alcalde Mario Desbordes (RN).
En el municipio leyeron el gesto como un desaire político, recordando que durante la administración de la exalcaldesa Irací Hassler (PC) el Mandatario había privilegiado Santiago como escenario principal para dar inicio a las celebraciones dieciocheras.
La última postal data de 2024, cuando Boric bailó cueca junto a Hassler y dedicó elogios públicos a su gestión, además de presentarse por primera vez con Paula Carrasco, hoy madre de su hija Violeta.
Este año, sin embargo, Boric optó por un gesto de descentralización, al abrir la semana festiva desde Coquimbo.
Malestar en la interna municipal
En la antesala de la inauguración capitalina, en el entorno de Desbordes interpretan la decisión como una señal de distancia con la nueva administración. Según se confirmó, el alcalde subirá al escenario acompañado de la directora de Desarrollo Comunitario, Eleonora Espinoza, mientras que Boric solo bailará una cueca, lo que en el municipio califican como un acto “por cumplir”.
La tensión contrasta con el despliegue de años anteriores: en 2024 el Presidente bailó tres pies de cueca, reservando el último para su pareja. La única excepción fue en 2023, cuando se excusó por una lesión en la pierna.
Desbordes podría responder en público
Cercanos al edil adelantaron que Desbordes podría aprovechar su discurso en el Parque O’Higgins para cuestionar la actitud del Presidente, a quien acusa de marcar distancia deliberada con Santiago.
El ambiente tenso se replicará en la gala del Teatro Municipal del 18 de septiembre, donde Boric decidió no ocupar el palco oficial reservado para los mandatarios, optando por ubicarse en otro espacio con el argumento de acompañar a su hija de dos meses.