A través de este trabajo, la artista enfrenta los traumas de infancia y utiliza la música como un camino propio hacia la sanación.
La cantautora chilena Tamara Correa acaba de estrenar “Cómplices”, el segundo sencillo de su EP “No fue mi culpa”, una obra profundamente testimonial que denuncia, desde la música, las dinámicas de silencio y encubrimiento en casos de abuso sexual infantil. Esta nueva entrega refuerza la línea temática iniciada con “Culpa“, consolidando un relato íntimo y valiente que interpela tanto al agresor como a quienes han callado.
En “Cómplices“, Correa recurre a la cueca urbana como vehículo expresivo para visibilizar una realidad dolorosa que ha sido históricamente invisibilizada dentro de muchas familias. La canción expone de manera directa y crítica la complicidad silenciosa que, por acción u omisión, perpetúa el daño y normaliza la impunidad.
Musicalmente, la obra fusiona la fuerza testimonial del género tradicional chileno con una producción contemporánea que incorpora sintetizadores, samplers y diseño sonoro digital. Este tratamiento sonoro, a cargo del productor Nicolás Arce, enriquece la tensión narrativa del tema y resignifica la cueca como un lenguaje actual y necesario para expresar realidades urgentes.
Cuenta con letra y música de la propia Tamara Correa, arreglos de América Paz y producción musical integral de Nicolás Arce. El diseño y arte del disco estuvo a cargo de Paola Kunstman.
Tamara Correa es una figura destacada dentro del folclor chileno contemporáneo. Profesora de música y cantautora, inició su trayectoria en el Conjunto Calicó y fue directora musical de Los Chenitas de San Bernardo, obteniendo a los 17 años la certificación de Monitora de Folclor. En 2001 cofundó Las Capitalinas, la primera agrupación femenina de cueca urbana en Chile, participando en escenarios emblemáticos como The Yein Fonda Clinic, la Cumbre Guachaca, el Festival del Huaso de Olmué y el cierre de la Teletón 2006 en el Estadio Nacional.
Tras una pausa dedicada a la maternidad, Correa regresa este 2025 con este nuevo EP, que convierte una experiencia personal de abuso en una obra de memoria, denuncia y sanación. Su propuesta artística combina la cueca con poesía y elementos de otros géneros musicales, reafirmando su compromiso con un arte que transforma y conmueve.
