La magistrada Irene Rodríguez fue formalmente imputada por prevaricación culposa, luego de que excarcelara por error al sicario acusado de asesinar al empresario José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”.
La jueza del 8° Juzgado de Garantía de Santiago habría enviado un oficio incorrecto a Gendarmería, lo que permitió la liberación del imputado. Luego intentó corregirlo, pero el daño ya estaba hecho.
El Ministerio Público investiga si hubo negligencia grave o falsificación de documentos. La jueza, suspendida de sus funciones, declaró que fue un error involuntario y culpó a Gendarmería por no verificar la orden final.
El caso ha generado fuerte impacto en el Poder Judicial, que inició una investigación interna por la gravedad de los hechos.