La detención del convoy humanitario rumbo a Gaza ha desatado manifestaciones en decenas de países y fuertes críticas contra Israel. Mientras la UE pide cautela, varios gobiernos, como España, Turquía, Colombia e Irán, han condenado el ataque y apuntan a represalias diplomáticas.
El asalto de las fuerzas israelíes a la Global Sumud Flotilla antes de su llegada a la Franja de Gaza ha provocado una ola de protestas en todo el mundo.
Decenas de países han alzado la voz contra Israel, que interceptó cerca de cincuenta embarcaciones en lo que Tel-Aviv considera su “zona de exclusión”.
En Barcelona, unos 2.000 estudiantes marcharon contra lo que califican como “genocidio en Palestina” y en rechazo al ataque a la flotilla.
Movilizaciones similares se han producido en Roma, Bruselas, Berlín, Atenas, Estambul, Bogotá y Buenos Aires, y se esperan más en los próximos días mientras se define la situación de los activistas detenidos. En tanto en Italia, los principales sindicatos ya han convocado una huelga general para este viernes.
Reacciones diplomáticas divididas
La respuesta de la comunidad internacional ha sido a dos velocidades. La Unión Europea exigió a Israel que trate a los activistas de forma adecuada porque “no representan ninguna amenaza”. Sin embargo, países como Turquía, Colombia, Malasia, Irán o Pakistán, fueron más allá: condenaron abiertamente el asalto y amenazaron con represalias.
España reaccionó de inmediato.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, convocó a la encargada de negocios de Israel en Madrid para abordar la situación de los detenidos. Colombia, en cambio, anunció que expulsará a toda la delegación diplomática israelí.
En paralelo, Bruselas pidió respeto al derecho internacional y de navegación. La portavoz comunitaria de Gestión de Crisis, Eva Hrncirova, subrayó que la UE “simpatiza con los objetivos humanitarios de la misión” y recordó que “este tipo de activismo forma parte de nuestros valores”.
Activistas detenidos
Delegaciones diplomáticas trabajan contra reloj para identificar y dar asistencia a los activistas arrestados, que podrían ser deportados en las próximas horas. Desde la cumbre de la Comunidad Política Europea en Dinamarca, líderes de España, Irlanda, Noruega, Suecia y Polonia, advirtieron a Israel que están “muy pendientes” de la situación de sus ciudadanos, quienes gozan de protección diplomática y consular.
No obstante, muchos gobiernos instaron a la población a no participar en misiones de este tipo, calificando la zona de Gaza como de alto riesgo.
Condena del mundo musulmán
El mundo islámico reaccionó con dureza. Turquía e Irán, acusaron a Israel de cometer un “acto terrorista” y de violar gravemente el derecho internacional. El gobierno turco pidió a la ONU que actúe para levantar el bloqueo de Gaza y garantizar la entrada de ayuda humanitaria.
En Malasia, el primer ministro Anwar Ibrahim, advirtió que usará “todos los medios legítimos y legales” para exigir responsabilidades a Israel. Su homólogo de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó lo que describió como un “ataque cobarde” y pidió la liberación inmediata de los activistas.

