Tras dos días de Cónclave y cuatro votaciones, la Iglesia Católica eligió a Robert Prevost como el nuevo Santo Padre, marcando un hito al convertirse en el primer pontífice originario de Estados Unidos.
Este jueves 8 de mayo, la Iglesia Católica vivió un momento histórico. En el segundo día del Cónclave y tras la cuarta votación, los 133 cardenales electores lograron llegar a un consenso y eligieron al nuevo Papa: Robert Prevost, de nacionalidad estadounidense.
A las 12:07 horas en Chile (18:07 en el Vaticano), el esperado humo blanco se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, acompañado del repique de campanas que anunciaban al mundo que un nuevo pontífice había sido elegido. Cientos de miles de fieles, congregados en la Plaza de San Pedro y siguiendo la transmisión en todo el planeta, celebraron el momento.
Casi una hora después, desde el balcón de la Logia de las Bendiciones en la Basílica de San Pedro, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti pronunció el tradicional “Habemus Papam”, revelando al mundo el nombre del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Con esta elección, Robert Prevost se convierte en el primer Papa de origen estadounidense en la historia de la Iglesia, marcando así un antes y un después en el Vaticano.