El convoy de más de 50 embarcaciones civiles navega por el Mediterráneo rumbo a la Franja de Gaza. España e Italia desplegaron buques de guerra para operaciones de rescate, mientras Israel advierte que no permitirá el ingreso de la flotilla.
La Flotilla Global Sumud, integrada por más de 50 embarcaciones y alrededor de 500 activistas, trabajadores humanitarios y parlamentarios de 45 países, avanza por el Mediterráneo oriental hacia Gaza.
Los organizadores advierten que se acercan a una “zona de alto riesgo”, donde flotillas anteriores han sido interceptadas por Israel.
Entre los participantes figuran la activista climática Greta Thunberg, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, el socioambientalista brasileño Thiago Ávila y parlamentarios de Italia, Francia, Portugal y España, entre ellos Jaume Asens.
En tanto los gobiernos de España e Italia desplegaron fragatas de la Armada para acompañar a la flotilla. Su misión, según recalcaron ambos países, no es de combate sino de rescate en caso de ataque.
El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, aseguró que la medida es “un acto de humanidad”, mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció desde la ONU el envío de un buque desde Cartagena para asistir en operaciones de emergencia.
Turquía también anunció su disposición a participar en eventuales rescates y ya desplegó drones de vigilancia sobre la zona.
Respuesta de Israel
El director general del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Eden Bar-Tal, aseguró que el ejército “no permitirá” que la flotilla entre a Gaza, y advirtió que cualquier negativa a entregar la ayuda en otro puerto recaerá en los organizadores.
El canciller Gideon Saar acusó a los activistas de buscar “provocar y servir a Hamás”. Aunque Israel aclaró que no atacará a buques militares de España e Italia, dejó claro que su presencia no disuadirá sus acciones contra los barcos civiles.
Antecedentes y protestas en Europa
El convoy revive el recuerdo del asalto al Mavi Marmara en 2010, donde murieron nueve activistas en una operación israelí. Este año, al menos dos intentos de enviar ayuda marítima también fueron bloqueados violentamente.
En Europa, el despliegue naval ocurre en un contexto de protestas masivas en España e Italia contra la guerra en Gaza y la complicidad de sus gobiernos. En Italia, miles de trabajadores realizaron huelgas y bloquearon puertos que trasladaban armas hacia Israel. En España, más de 100.000 personas se manifestaron en Madrid en septiembre, lo que incluso llevó a la cancelación de la última etapa de la Vuelta a España por la participación del equipo ciclista Israel–Premier Tech.
Debate político en España
El gobierno de Sánchez anunció restricciones al uso de las bases estadounidenses en Rota y Morón para transporte de armas hacia Israel, además de un decreto de embargo con excepciones. Críticos lo consideran un gesto simbólico, ya que no rompe la colaboración militar con EE.UU. ni con la OTAN.