El ataque, que dejó once tripulantes muertos, refuerza la presión militar y política de Washington sobre el mandatario venezolano, acusado de liderar un cartel de la droga.
Estados Unidos confirmó la destrucción de una lancha que zarpó desde Venezuela en aguas del sur del Caribe, hecho en el que murieron los once tripulantes a bordo.
Según imágenes difundidas por el gobierno de Trump, la embarcación fue alcanzada por un proyectil lanzado desde el contingente militar desplegado en la zona.
El gobierno norteamericano celebró la operación como un golpe contra el narcotráfico internacional, sin embargo, no se mostraron pruebas ni hubo detalles del hecho, por lo que hubo críticas a la ofensiva que fueron catalogadas sin sentido y una acción criminal.
La acción se enmarca en un escenario de creciente tensión con Caracas. Washington acusa al mandatario venezolano de encabezar una red criminal conocida como el Cartel de los Soles, mientras mantiene un despliegue militar inédito en la región con destructores, aviones de vigilancia y un submarino nuclear.
En respuesta, las autoridades venezolanas han movilizado tropas y llamado a la población a prepararse para una eventual confrontación armada.

