El duelo de Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile fue suspendido en el segundo tiempo tras registrarse serios incidentes en las tribunas. Hinchas locales y visitantes se enfrentaron con extrema violencia, lanzando butacas, piedras y otros objetos que obligaron a detener el encuentro por razones de seguridad.
Las imágenes mostraron momentos de pánico, con aficionados intentando escapar de los ataques y algunos cayendo desde las graderías. La situación dejó heridos y detenidos, mientras las autoridades argentinas iniciaron un operativo para controlar los disturbios y evacuar a los hinchas chilenos del estadio Libertadores de América.
Desde el Gobierno chileno, el presidente Gabriel Boric condenó lo ocurrido y señaló que la prioridad es conocer el estado de los compatriotas afectados, asegurar atención médica y resguardar los derechos de los detenidos, en coordinación con la Embajada, el Consulado y Cancillería.

