El presidente Gabriel Boric participó este sábado 6 de julio en la Cumbre de los BRICS realizada en Río de Janeiro, Brasil, como invitado especial. Su asistencia se enmarca en la estrategia chilena de reforzar el multilateralismo y abrirse a bloques emergentes, en medio de un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas. Boric llegó acompañado por el canciller Alberto van Klaveren y el embajador Sebastián Depolo, integrándose a un encuentro donde se discutieron temas como la reforma al orden financiero global, el conflicto en Gaza y el fortalecimiento de un mundo multipolar.
Durante la cumbre, los líderes de BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— junto a nuevos miembros, firmaron una declaración que condena las guerras, las sanciones unilaterales y el uso político de aranceles. Asimismo, exigieron un alto al fuego inmediato en Gaza y una reestructuración de instituciones como la ONU, el FMI y la OMC. En ese contexto, Boric valoró la apertura de espacios de diálogo y cooperación con distintas regiones del mundo, destacando la necesidad de construir puentes en tiempos de polarización.
En su intervención de apertura, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que “BRICS es heredero del Movimiento de Países No Alineados”, y advirtió que “con el multilateralismo bajo ataque, nuestra autonomía vuelve a estar en riesgo”. Por su parte, el primer ministro de India, Narendra Modi, sostuvo que “la diversidad del grupo BRICS y nuestra firme creencia en la multipolaridad son nuestras mayores fortalezas”. Y desde Rusia, el presidente Vladimir Putin, conectado vía remota, aseguró que “la globalización está obsoleta” y llamó a aumentar el comercio entre miembros del bloque utilizando monedas nacionales.
La participación de Boric ha generado reacciones encontradas en Chile. Mientras el oficialismo valora su presencia como una muestra de liderazgo internacional y pragmatismo diplomático, sectores de la oposición lo acusan de acercarse a gobiernos que desafían a Estados Unidos. Desde La Moneda, sin embargo, insisten en que el acercamiento a BRICS no implica una toma de partido, sino una estrategia para fortalecer la voz de Chile en espacios globales alternativos.
Esta es la primera vez desde 2014 que un mandatario chileno asiste a una instancia de BRICS, en momentos donde el bloque busca ampliarse e incrementar su peso geopolítico y económico. La cumbre de Río de Janeiro, además de centrarse en la paz y la reforma institucional, también abordó la necesidad de financiamiento climático para el Sur Global y el avance de tecnologías con enfoque ético, como la inteligencia artificial.
Redacción: TusNoticias.cl

